Tomar se convierte en sede de la Orden de Cristo
En 1357, la sede de la Orden de Cristo se instaló en el antiguo cuartel templario, el Castillo de Tomar, donde permanece de forma permanente. En 1834, es una de las órdenes religiosas que desaparece, pero D. María II, decide mantener la Orden de Cristo como Orden Honorífica.
La Orden fue refundada en 1917 como Orden Militar de Cristo y presidida por el Presidente de la República en funciones. Tiene como objetivo distinguir “servicios relevantes prestados por nacionales o extranjeros al país o a la humanidad, tanto militares como civiles”.