Castillo de Sertã

Construido en el siglo XII, el Castillo de Sertã tiene una fuerte conexión con los Templarios, ya que fue donado por D. Afonso Henriques a la Orden Templaria en 1165. Permaneció en su posesión durante nueve años, hasta 1174, cuando fue ofrecido a la Orden de los Caballeros Hospitalarios, por D. Sancho I. Fue parcialmente reconstruido en el siglo XX, con una arquitectura militar Gótica. Entre 1996 y 1998 se realizaron excavaciones arqueológicas que revelaron la existencia, dentro del perímetro del castillo, de un antiguo granero, una antigua ermita, una acera de los siglos XV/XVI y fragmentos de cerámica árabe.

Este lugar contiene una interesante leyenda, según la cual Celinda, la intrépida esposa del jefe del castillo, muerto en su defensa, subió a las murallas con una sartén con aceite hirviendo, que arrojó sobre los invasores romanos, así dando lugar al nombre del pueblo (Sertã, en portugués, significa literalmente “sartén”).

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